domingo, 29 de agosto de 2010

El mar acompañante de la soledad
un paraíso solitario
sus olas me acariciaban
sentía un dulce aroma
quedaron mis deseos
mis ilusiones
enterrados en la arena
mis huellas se borraron
el mar se las llevo
la tristeza que sentía
quedo encerrada
en el fondo del mar
El sol caía
como se caía mi corazón
se destrozo
una tormenta lo destruyo
y nadie es el culpable
de mis pensamientos
y de mis sentimientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario